Nota a Carolina Laursen como dramaturga.

Carolina Laursen :: dramaturga :: de la experiencia del taller a sus giras por el mundo.

Escena de la obra de Carolina Laursen
Escena de la obra de Carolina Laursen
Yo saqué mi pluma y me fui rodando por el mundo
Mientras cursaba mi segundo embarazo me anote en esta clarísima invitación a escribir. Cuando lo hice, ya tenia mi pluma afuera. Tenia una punta desesperada y desbordante de tinta. Lo que todavía no sabia era que Saquen una Pluma Dramaturgia Rodante encerraba mucho mas que el nombre de un taller de escritura.
En esos primeros encuentros aprendi mucho. Me di cuenta que por mas que de mi pluma broten chorros de tinta, sin una guía clara, los manchones iban a ser inevitables. Aprendi a hacer caso en esto que era un poco nuevo para mi. Aprendi que la escritura de teatro tiene mucho de teatro. Que empezar a escribir en un papel en blanco es mas divicil que subirse a improvisar al escenario y que las dos cosas me provocan la misma adrenalina. Aprendi que adoro el momento en que mi computadora me espera para que ponga los dedos encima. Y aprendí que es mas lindo de noche y  corriendo el riesgo de que el mate se me caiga sobre el teclado.
Durante esos cinco meses conocí a mi dramaturga. O digamos que la empece a conocer….
Las clases fueron pasando rápido.  Acobachadas en la ultima sala de La Carpinteria Teatro resguardandonos del frío, nos  calentanbamos con los cafecitos que traía Martita. Ahí empezaron los primeros ejercicios, el entrenamiento.
Eramos un grupo muy lindo. Todas mujeres. Pero tanta femineidad no quitaba lo versátil. Habia plumas para todos los gustos. Como así también criticas. Me acuerdo que apenas le estaba dando vida a mis personajes en la creación de la obra teatral que proponía el taller, cuando se escucho un “parece una novela rosa mexicana” No tengo nada contra las novelas. Las adoro, por varias razones que no vienen al caso….solo que lo mío intentaba ser una obra de teatro. Dificil no? Pero eso era mejor que un ” Esto déjalo y empeza de nuevo ” que a veces arrojaba con una sonrisa nuestra querida profesora Mariana.
Fui muy rigurosa. Una pagina y media para cada entrega, Y lo logre. Con los calorcitos primaverales que me hacían ir caminando a las clases, nacieron “Tito y Vera” . Y nacio mi hija Brigitta. Y me anote en el segndo nivel del taller de dramaturgia. Y mientras mi dramaturga y yo éramos cada vez mas amigas empece a conocer a mi directora.  Comence el montaje de la obra. Se llamo “De la historia de Tito  y Vera….”  Los actores le dieron el suspiro de vida que les faltaba. Una vida hermosa, poética, cargada del mundito de la Buenos Aires insegura, frágil e injusta.
La hice con amigos actores maravillosos. Fue grandioso.
Me la lleve a Miami.  En la ciudad del shopping, la playa y los cuerpos bronceados había un submundo teatral muy fuerte. La actue junto a mi esposo y fue la ganadora del mejor texto original del 2do Festival de Pequeno Formato de Miami
Pero eso no es todo. La pluma seguía chorreando tinta y yo seguía poniéndole papel. Uno tras otro para que se saciara.
Presente unas obras cortas en Buenos Aires a las que llame Miniaturas Teatrales. Nombre que me regalo una amiga y compañera del primer y segundo taller dramaturgia, Naty.
Naty actuo en una de ellas. Porque los talleres hacen eso. Nos conectan. Nos rodean de gente que quiere y hace lo mismo que nosotros. Y me meti en la fantasía de las obras cortas. Cortas de verdad.
Y en una convocatoria de Miroteatro Miami pesente una. Futurofobia. Gusto mucho. La hicieron en la Feria del libro y en el teatro el Bar. La experiencia el El Bar fue formidable. Es es un teatro chiquito, acogedor que queda en Coral Gables. Y esa vez me sentí redonda. Como cuando escucho jazz. Solo que esa vez escuchaba mis textos de la boca de dos actorazos y las carcajadas de la gente riéndose con ellos. Una hermosa sensación!
Sigueron mas obras para Microteatro. Muchas. Y como una cosa lleva a la otra me converti en columnista para el periódico web Huffington Post. También me anime a escribir un monologo infantil para que sea presentado en Ninologando, un festival de Monologos que organiza la compania Havanafama.
Futurofobia fue invitada a participar de Microteatro Madrid y entonces con toda la familia nos vamos a la madre Patria.
Y me parece que se esta convirtiendo en un clásico para mi, pisar Buenos Aires y volver a esa ultima Salita de la Carpintería Teatro. A esa que queda pasillo al fondo bajando la escalera. donde parece que todo sucede. Donde los personajes aparecen. La magia existe. Los locos no son tan locos y la realidad supera la ficción….Vieron por que este no iba a ser solo un simple taller?

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