LAURSEN CHOCARRO ARTISTIC CORP fue creada en año 2012 en Miami. Desde su creación hasta la actualidad representa comercialmente las producciones de David Chocarro, presidente fundador, actor y director de consolidada carrera internacional.
David Chocarro será protagonista de ‘Señora Acero 5
Aunque todavía no tiene fecha de estreno, la quinta temporada de ‘Señora Acero’ sí tiene nuevo protagonista, nada más y nada menos que David Chocarro, quien hará una dupla explosiva con Carolina Miranda.
A través de las redes sociales, el propio actor argentino confirmó que se incorpora al elenco de la nueva temporada.
Hasta hace unos meses, Chocarro se encontraba grabando el personaje de ‘Santito’ en la serie ‘El Recluso’, que aún no ha estrenado Telemundo. Para dicho papel el actor argentino hizo un cambio radical de imagen: se rapó la cabeza, bajó 40 libras, y se sometía a largas sesiones de caracterización que incluía tatuajes, cambio de nariz y dientes simulando estar podridos, entre otras cosas.
Ahora se lo ve más repuesto en libras, con un cuerpo más trabajado y la cabellera larga, que seguramente tendrá que ver con su nuevo personaje en ‘Señora Acero’ del que aún no se ha revelado ningún detalle.
Tal como te habíamos contado, en esta nueva temporada, Vicenta Acero – La Coyote – debe enfrentar toda clase de peligros, incluido un enemigo del pasado que viene a saldar una vieja deuda y se venga de su hijo. Esto marca el comienzo de una implacable persecución y Vicenta se verá obligada a huir para proteger el legado de su familia.
Recordemos que hace unos días la producción de ‘Señora Acero’ se vio envuelta en un escándalo cuando, tanto el actor José Luis Résendez, quien personificaba a ‘El Teca’, como Telemundo, confirmaron que no estaría en esta nueva temporada.
Ante esto, Résendez decidió denunciar las malas pagas, el abuso y hasta el acoso, que según él, sufren los actores latinos en la televisión y productoras hispanas.
Fuente: https://eldiariony.com/2018/07/10/david-chocarro-sera-protagonista-de-senora-acero-5/
El test
Carolina Laursen actúa en el Teatro 8
En su tierra, la Argentina, Carolina Laursen ha hecho carrera como modelo y como presentadora de televisión, pero desde que llegó a Miami, hace un lustro, se ha inclinado por el teatro. Carolina -Caro para los amigos- ha escrito varias obras y ha actuado, y es en esta segunda faceta, precisamente, donde se le puede apreciar todos los fines de semana, en la obra “El test”, que sale a escena en el Teatro 8, de La Pequeña Habana. “Llevamos cinco semanas en cartelera y esperamos seguir muchas más”, comenta la artista, que en la pieza, del español Jordi Vallejo, personifica a una psicóloga. En “El test” también actúan Alejandro Vales, Jessica Álvarez Diéguez y Leandro Castello.
Las brujas de Salem
La puesta en Teatro 8, en una adaptación de Carolina Laursen y bajo la dirección de la propia Carolina en colaboración con Victoria Murtagh y David Chocarro, mueve a catorce actores dentro de una escenografía funcional y evocadora, además de hermosa, que refleja con acierto y eficacia la época de la acción.
Un acontecimiento, ocurrido en 1692 en Salem, una pequeña aldea en lo que hoy es Massachusetts, inspiró al dramaturgo norteamericano Arthur Miller (1915-2005) para escribir en 1952, The Crucible (el crisol), pieza que en español se conoce como Las brujas de Salem, que se estrenaría un año más tarde y ganaría un Premio Tony.
Acusaciones de brujería, de pactos con el diablo, rencillas familiares, en una atmósfera de alucinaciones e histeria colectiva, provocaron una serie de juicios –según distintas fuentes, se calcula que en total fueron entre 150 y 200–, que culminaron con el ahorcamiento de 14 mujeres, 5 hombres y dos perros. Un puritanismo que hoy llamaríamos fundamentalista, enturbiaba las acciones. Muchos aseguran que Miller escribió esta obra como una alegoría de la represión desatada por Joseph McCarthy, senador republicano por el estado de Wisconsin, en los años cincuenta, conocida por “cacería de brujas”. El propio Miller fue acusado y como su personaje Juan Proctor se negó a delatar a nadie, aclarando que él no era comunista ni simpatizaba con esa ideología, y pagó las consecuencias, aunque más tarde se anuló la sentencia.
Las brujas de Salem se ha representado innumerables veces y se ha llevado al cine, a la televisión y hasta a géneros tan particulares como el lírico (ganó un Pulitzer) o el ballet, siempre cosechando rotundos éxitos. En Miami también se ha montado varias veces. De los 80 se recuerda la Tituba que hizo la gran actriz Juanita Baró y hace un par de años el Grupo Prometeo presentó un interesante montaje donde la excelente actriz Vivian Ruiz hacía la Tituba. Hoy como ayer la obra mantiene su aterradora vigencia. En la actualidad, la “corrección política” norma la manera de actuar, de hablar y de nombrar las cosas, al extremo de que se ha llegado a intentar “vestir” estatuas para cubrir sus “partes pudendas” y a las terminales de los órganos excretores del cuerpo humano se les llama “partes privadas”, como si la totalidad de cualquier individuo no fuera, de la cabeza a los pies, sagradamente privada.
La puesta en Teatro 8, en una adaptación de Carolina Laursen y bajo la dirección de la propia Carolina en colaboración con Victoria Murtagh y David Chocarro, mueve a catorce actores dentro de una escenografía funcional y evocadora, además de hermosa, que refleja con acierto y eficacia la época de la acción, lo que permite con pequeños cambios mostrar los distintos escenarios donde se desarrolla el drama. A pesar de lo tétrico y escalofriante del tema, resulta un montaje fresco, dinámico, con un grupo de actores, la mayoría estudiantes, cada uno de ellos inmerso en su papel. Muy oscura resulta la escena que antecede al aquelarre donde los actores se iluminan el rostro con linternas que simulan velas. Ni siquiera es posible apreciar el cambio de vestuario, tan importante, por ejemplo en el caso de Juan Proctor, que ha sido torturado y entra abatido y descalzo.
Karen Barba nos regala una Tituba, fuerte, enérgica, aunque por momentos, temerosa, como indica el propio autor. No debemos olvidar que Tituba era una negra esclava, que trajo Parris (Mario Rodríguez) de Barbados cuando era comerciante, antes de ingresar en la iglesia. Serena la actuación de Deborah Bailaque como la señora Parris y magnífica la de Lisa Skiadas como Isabel Proctor. Mariano Isman cumple bien su papel. Mención especial para las actuaciones de Mario Lembergier y del excelente actor Pablo Cunquiero, en su doble papel. Muy convincente Salomón Barros como el Reverendo Hale, al igual que Gustavo Dorigo como Juan Proctor. Carolina Loyola realiza una estupenda labor como Abigail, uno de los personajes detonantes. Jeanet Panelo, Socorro Castro, en su doble papel, Aura Vásquez, Sandra Dueñas, muy orgánicas, sobre todo en la escena del juicio cuando se desatan las visiones, la histeria general y el miedo se apodera de casi todos. Al igual que en la danza final, en la escena del aquelarre, voluptuosamente simpática, ayudada por una música muy bien escogida y precisa para el tono que se le quiere dar al final de la obra. Nada más y nada menos que Era Ameno, para culminar con Satisfaction de los Rolling Stones. La verdad es que obra se va volando, se disfruta, y así quedan los espectadores: satisfechos.
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